Imaz hizo que la CND de López se saliera del guión
La actuación de los delegados que ayer participaron en la Convención Nacional Democrática (CND) hubiera obedecido perfectamente al guión escrito por el más recalcitrante perredista… si no fuera porque en el punto donde se nombraba a los integrantes de mantener la Resistencia Civil incluyeron el nombre de Carlos Imaz… “¡Imaz, no!”, “¡Imaz, no!”, “¡Imaz, no!”, fue el coro de furiosos perredistas.
El orador trataba de controlar a la gente que insistía en abuchear a Imaz, esposo de la cercana colaboradora de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheimbaum. Pero el grito silenciaba cualquier intento de explicación… “¡Compañeros!”, gritaba casi en una súplica el sudoroso orador, quien justificaba que “algunos nombres podrían cambiar”.
“¡Ni madres, no queremos al señor de las bolsas! —y es que Imaz, el 9 de marzo de 2004, cuando era delegado en Tlalpan, recibió 500 mil pesos del empresario Carlos Ahumada, actualmente preso— “esas lacras chingan al partido”, fue el corillo que duró al menos 15 minutos.
A la CND no asistieron los delegados que hasta el viernes aseguraba López Obrador estaban registrados: casi un millón. Según cifras de los reporteros radiales los reunidos eran entre 100 y 150 mil… La policía no opinaba “porque ese es cuento de los organizadores, nosotros no podemos dar cifras”, dijo el oficial Cesar Segura, encargado de custodiar la calle 5 de Febrero por donde se observaba buena participación de “delegados”.
Luego de 42 minutos de lluvia comenzó la Convención: exactamente a las cinco de la tarde con cuatro minutos. Entonces los simpatizantes del tabasqueño —desde ayer nombrado presidente legítimo— se resguardaban bajo los arcos de los edificios del Gobierno del Distrito Federal. López Obrador sonreía y saludaba a la gente, sin embargo fue advertido de que si no bajaba del templete podría ocasionarse un accidente debido a que no era posible conectar la totalidad de las bocinas.Así que todo mundo se bajó. López Obrador llegó vestido como todo aquel que recibirá un nombramiento —traje negro y corbata dorada.
VOTACIONES. Las mesas de votaciones estaban dispuestas para aprobar las propuestas, pero de todos modos no era un requisito indispensable el traer gafete o no. Cuando había alguna propuesta se le preguntaba a los convencionistas si aceptaban y… hasta los vendedores de aguas frescas levantaban la mano y hacían mayoría.
López Obrador, desde el templete sonreía con picardía y en ocasiones parecía que soltaría la carcajada, pero se aguantó y optó por darle lugar a la democracia reunida en el Zócalo.
Así, en poco menos de tres horas de convención López Obrador fue declarado “Presidente Legítimo” y pese a que la mayoría de los asistentes votó en contra de que tome posesión el 20 de noviembre el orador decidió que así será, no el primero de diciembre como quería la gente.
Todo fue docilidad. Y la gente estuvo dispuesta a avalar el trámite a lo anunciado desde hace tiempo por López Obrador: darle vida a la imagen presidencial que perdió en las urnas y que revivió con su convicción del fraude.
El orador trataba de controlar a la gente que insistía en abuchear a Imaz, esposo de la cercana colaboradora de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheimbaum. Pero el grito silenciaba cualquier intento de explicación… “¡Compañeros!”, gritaba casi en una súplica el sudoroso orador, quien justificaba que “algunos nombres podrían cambiar”.
“¡Ni madres, no queremos al señor de las bolsas! —y es que Imaz, el 9 de marzo de 2004, cuando era delegado en Tlalpan, recibió 500 mil pesos del empresario Carlos Ahumada, actualmente preso— “esas lacras chingan al partido”, fue el corillo que duró al menos 15 minutos.
A la CND no asistieron los delegados que hasta el viernes aseguraba López Obrador estaban registrados: casi un millón. Según cifras de los reporteros radiales los reunidos eran entre 100 y 150 mil… La policía no opinaba “porque ese es cuento de los organizadores, nosotros no podemos dar cifras”, dijo el oficial Cesar Segura, encargado de custodiar la calle 5 de Febrero por donde se observaba buena participación de “delegados”.
Luego de 42 minutos de lluvia comenzó la Convención: exactamente a las cinco de la tarde con cuatro minutos. Entonces los simpatizantes del tabasqueño —desde ayer nombrado presidente legítimo— se resguardaban bajo los arcos de los edificios del Gobierno del Distrito Federal. López Obrador sonreía y saludaba a la gente, sin embargo fue advertido de que si no bajaba del templete podría ocasionarse un accidente debido a que no era posible conectar la totalidad de las bocinas.Así que todo mundo se bajó. López Obrador llegó vestido como todo aquel que recibirá un nombramiento —traje negro y corbata dorada.
VOTACIONES. Las mesas de votaciones estaban dispuestas para aprobar las propuestas, pero de todos modos no era un requisito indispensable el traer gafete o no. Cuando había alguna propuesta se le preguntaba a los convencionistas si aceptaban y… hasta los vendedores de aguas frescas levantaban la mano y hacían mayoría.
López Obrador, desde el templete sonreía con picardía y en ocasiones parecía que soltaría la carcajada, pero se aguantó y optó por darle lugar a la democracia reunida en el Zócalo.
Así, en poco menos de tres horas de convención López Obrador fue declarado “Presidente Legítimo” y pese a que la mayoría de los asistentes votó en contra de que tome posesión el 20 de noviembre el orador decidió que así será, no el primero de diciembre como quería la gente.
Todo fue docilidad. Y la gente estuvo dispuesta a avalar el trámite a lo anunciado desde hace tiempo por López Obrador: darle vida a la imagen presidencial que perdió en las urnas y que revivió con su convicción del fraude.
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